Estación Retour

Magdalena volvió al ruedo. Ha decidido subirse nuevamente a su tren, ir en busca de nuevos lugares, nuevas aventuras. Quiere trazar nuevas rutas para explorarlas. Creo que me hizo caso mucho tiempo y se convirtió en un ser muy estático, sin ilusiones. Hasta podría decir que conformista y pesimista. Le convencí que su nueva vida no merecía otras aspiraciones. Que se tenía que conformar con su suerte. Pero ahí la tenemos. Magdalena se enfrasco en una parsimonia temporal, ahora pisa firme, no habrá quien logre persuadirla. Cumplirá su promesa y “se convertirá en una versión mejorada de si misma”.

Magdalena retorna al tren. ¿Quién se atreve a acompañarla en este viaje?
Yo no. Prefiero esperarla en la estación. Ella volverá seguramente, pero a contarme que al recuperar la alegría de vivir, disfruta cada segundo de su existencia. Y yo me alegraré por ella.

Prometo no volver a cortarle las alas. Dejaré de exista como un ser libre, Que es en realidad lo que siempre ha sido.

Presunción

Porque mi vida esta
debajo de un roca,
encima de una nube,
al abismo de una cama
y en medio del océano…

¡Hola mundo!

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Estación de Mayo

Magdalena perdió la memoria, los recuerdos, las tristezas y
las viejas glorias.

Ella inicio otra historia. Donde no es doncella y menos una mísera
cenicienta sin fiestas ni campanadas.

Magdalena pisa tierra y es en lo ciertamente posible feliz. 

Feliz!!!!!!!!!

Planear la propia felicidad debería ser lo más fácil del mundo. Pero no es así es más complejo de lo que se puede imaginar uno. Aún así nos arriesgamos a correr el riesgo de no concretar esta perfección. Y nuestra búsqueda hacia el camino correcto de la felicidad cruza sendas desniveladas. Sin embargo creo que con un poco de esfuerzo, buena voluntad, fe y mucho (pero muuucho) amor se conseguirá el objetivo trazado.

Igual sigo insistiendo que debería ser más fácil!!!!!!!!!

Estación bifurcada

Magdalena aterrizó. Después de varios veranos, inviernos, otoños y primaveras que andaba perdida caminando sobre nimbos rosados. Despertó.

Despertó y volvió a la realidad, esa donde soñar cuesta. Hasta incluso lágrimas de sangre.

Ya había intentado volver en si luego insomnios eventuales, pero estos eran interceptados por utopías de amor.

Pero era hora de bajar de la nube y montarse al tren lunático. El único que la conduce por el camino, el único camino, hacía la verdad.

 

Porque antes ella no se aferraba a nada y era feliz, No sentía dolor, su coraza estaba dotada del orgullo necesario para resurgir de mil batallas.

Porque antes ella no era patética y jamás dejaba que alguien la viera débil e inferior.

Porque antes le era tan simple decir adiós y pasar página con un chasquido de dedos.

 

Magdalena aterrizó y se montó en el tren. Intentará recuperar cierto dominio de si misma. A lo mejor no volverá a ser la misma de antes. Pero con la experiencia como aliada conseguirá resurgir e incluso ser una versión mejorada de si misma.

 

Yo no volveré a coger su mano. También he aprendido la lección.  

 

Puedes contar conmigo…

Hagamos un trato

Compañero,
usted sabe
que puede contar conmigo,
no hasta dos ni hasta diez
sino contar conmigo.

Si algunas veces
advierte
que le miro a los ojos,
y una veta de amor
reconoce en los míos,
no alerte sus fusiles
ni piense que deliro;
a pesar de la veta,
o tal vez porque existe,
usted puede contar
conmigo.

Si otras veces
me encuentra
huraña sin motivo,
no piense que es flojera
igual puede contar conmigo.

Pero hagamos un trato:
yo quisiera contar con usted,
es tan lindo
saber que usted existe,
una se siente viva;
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos,
aunque sea hasta cinco.

No ya para que acuda
presuroso en mi auxilio,
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.
Mario Benedetti

Estación M

Hoy Magdalena subió al tren con una cara de enfado insoportable. Nunca la había visto así. Siempre suele ser tolerante y pasiva.  Pero en esta ocasión algo habría de alterar sus nervios. Llevaba su diario consigo y comenzó a escribir presurosa; asumo que intentaba desahogar su rabia en el papel, ya que rompió una par de hojas y las tiró por la ventana.

 

Unas lágrimas cayeron de pronto y salió rumbo al sanitario. Me atreví a coger su diario intimó y enterarme el motivo que su desazón.  Solo encontré palabras sueltas SOLEDAD – DISTANCIA – TRISTEZA – NOSTALGIA  y alrededor otras palabras dispersas e ininteligibles. A veces ella suele ensimismarse de forma semejante pero nunca reacciona así. También había un nombre escrito decena de veces.

 

Magdalena regreso con los ojos hinchados y muy enrojecidos. Cogió su diario y lo guardo en su bolso,  cerró los ojos y creo que se quedó dormida.  No pudo apreciar los hermosos paisajes que se veían desde su ventana. Aunque creo que los seres humanos en situaciones así jamás lo hacemos y por el contrario tendemos a distorsionarlo todo, hasta el punto de convertir la belleza en fealdad suprema.

Visca Barça…Tri Campions!!!!!!!!!!!!!!

 
BARCELONA
 
¡¡¡¡¡Campió de Campions!!!!!

Pausa – Mario Benedetti

 

De vez en cuando hay que hacer
      una pausa

contemplarse a sí mismo
      sin la fruición cotidiana

examinar el pasado
      rubro por rubro
      etapa por etapa
      baldosa por baldosa

y no llorarse las mentiras
sino cantarse las verdades

 

Mario Benedetti (1920 – 2009)